lunes, 6 de febrero de 2012

Los efectos secundarios del BDSM

Los tiempos cambian y estoy segura de que en sus inicios nadie pensó en los efectos secundarios que el BDSM podía provocar, y no me estoy refiriendo a la adicción a la intensidad y a la fantasía, sino al cambio de perspectiva que se produce después de conocer y vivir las paradojas de este mundillo.

A un nivel muy básico, el otro día comentaba con una buena amiga que una vez que se prueba ya no es posible volver a lo que se conocía y practicaba antes, sin sentir que nos falta algo. Se podría decir que en el mundo vainilla no hay tanto morbo, ni tanto juego, ni la sexualidad es tan rica y variada, pero si lo analizamos friamente, los juegos son numerosos pero no infinitos, y el morbo llega un momento en el que de tanto explotarlo tampoco es que llame tanto la atención. Después de los primeros 500 azotes, 20 lamidas de botas y pies, 150 ataduras y otros cuantos juegos más, incluso la novedad se vuelve rutina.

Dándole vueltas a este asunto me preguntaba qué es lo que hace que para mi sea un mundo fascinante y he llegado a algunas conclusiones:
  •  Es cierto que la intensidad, la variedad y la fantasía hacen que la sexualidad se viva de forma prolongada, se mantenga latente la excitación y permanentes nuestras ganas de seguir experimentando esas sensaciones. Se podría pensar que es por una adicción a las famosas endorfinas, pero yo diría que hay algo más allá, mucho más fuerte que una sustancia química o biológica y es la liberación de la que ya he hablado otras veces. Liberarse de tabúes, pero sobretodo de la convicción de ser bichos raros, vernos reflejados y comprendidos en otras personas es una sensación de realización y de alivio que de por sí nos llena de alegría y de energía.
  • Pero existen otros efectos secundarios, y es que existe un factor que es bastante habitual en los que nos movemos por el mundillo del BDSM, que es nuestro carácter transgresor, de no aceptar como válido que nos digan que socialmente somos inadaptados, o pervertidos, o enfermos. A quien nos pone alguna de esas etiquetas simplemente le sonreímos, porque sabemos que no nos entienden y que no saben lo que se están perdiendo. Dentro de ese ámbito transgresor nos planteamos cuestiones muy básicas acerca de las relaciones, acerca del bien y del mal, de lo aceptable y de lo inaceptable, e intentamos escribir algunas reglas que nos permitan definir este mundillo... y aquí empieza lo realmente interesante y fascinante para mi.
  • Debería ser fácil escribir unas reglas si realmente somos una comunidad definida, o si este mundo que reconocemos como nuestro tuviera unos rasgos diferenciales, distintos, concretos, que nos permitieran decir "esto es BDSM, y esto no lo es". Pero en el tiempo que llevo yo en esto, aún no he sido capaz de encontrar un texto aceptado por todos, más allá de las interpretaciones individuales, y por lo tanto no es de extrañar que la expresión más habitual en este mundillo sea "mientras sea algo consensuado, pues todo es aceptable". Y no sé si os dais cuenta de lo que esto implica....
  • Vivimos en un mundo regido por reglas, normas y leyes tanto sociales, como legales, como científicas. Todo lo que sucede a nuestro alrededor se sujeta a alguna regla. Pero.... en el BDSM, sólo he encontrado una que sea aceptada por todos: consensuado (lo de sano, seguro y sensato lo he visto puesto en tela de juicio en diversas ocasiones, por eso no lo considero como algo aceptado por todos). Y si cada individuo, o cada grupo de individuos puede elegir la forma de interactuar, y aún así entendernos unos a otros, y unos con otros, se forma la base para la tolerancia (lo sé, aún queda un trecho para llegar a este punto plenamente, pero la semilla está sembrada).
  • Pero es que aún puedo ir más lejos. En este mundo en el que se entremezclan los opuestos de tal manera que se difuminan las fronteras entre unos y otros, es decir, placer y dolor se superponen, el bien y el mal o lo que se considera bueno o malo empieza a ser dudoso, incluso desconcertante, donde lo aparentemente lógico deja de serlo, donde ceder la voluntad sea la mayor expresión de libertad, donde tener el control sea la mayor expresión de espontaneidad, en un mundo tan contradictorio como paradójico, es imposible que eso no nos haga reflexionar sobre el resto de nuestra vida, y lo que empezó siendo un juego erótico, una búsqueda de una sexualidad más rica, o más excitante se convierte en la puerta para descubrir que los conceptos que creíamos firmes, ya no lo son tanto. Cuando uno se sumerge hasta el fondo en las paradojas del BDSM se da cuenta de que fuera, en el exterior, nuestra perspectiva de las cosas cambia, y aquello que esperamos que sea como siempre, ya no lo es.
  • Y es que el BDSM es también un camino hacia una nueva forma de ver el mundo en general, y ahora seguro que estais pensando que se me ha ido totalmente la olla, pero me limito a explicaros mi experiencia. Ahora mismo me doy cuenta de que mantengo una doble perspectiva sobre la naturaleza de las cosas, la de dentro del BDSM y la de fuera de él. Cuando me muevo en el mundo convencional parecen seguir funcionando las mismas reglas de siempre, pero... ya no las siento como verdaderas, siento que lo verdadero (y como verdadero quiero decir que es real para mi, no que sea una verdad absoluta), es lo que sucede dentro del mundo del BDSM. Y me explico...
  • Hasta llegar al BDSM, el mundo se dividía en cosas buenas y malas, aceptables e inaceptables, y en general, tanto la sociedad, como las doctrinas que nos rodean, se esforzaban en perpetuar lo "bueno" descartando lo "malo". Prueba de ello son todas las filosofías de la Nueva Era en las que se promulga hasta la saciedad lo de trascender el ego, traer nuestra sombra a la luz, promover la paz, la justicia, el bienestar.... Sé lo que estais pensando.... "pero eso está bien ¿no?¿para qué queremos lo malo?"... pues porque lo bueno no podría existir sin lo malo, es lo que tiene la dualidad, que los conceptos se definen por la existencia del opuesto. Y este es el punto en el que vivimos: el de los opuestos; el punto en el que lo bueno es aceptable y lo malo es lo inaceptable.
  • Pero.... ¿que ocurre cuando lo bueno y lo malo se superponen?¿cuando no hay una clara distinción entre bueno y malo? Pues que nos damos cuenta de que ambos son necesarios, de que ambos viajan juntos, de que dolor y placer van de la mano, de que lo bueno y lo malo se complementan, coexisten, y dejamos de considerar las cosas que suceden a nuestro alrededor como A o B... y pasan a ser A y B. ¿Y cual es la consecuencia de esto? Pues que ya no tenemos que elegir entre ambas, está bien que esté A o B o ambas... y eso.... eso es un salto cuántico en la percepción de la realidad. Ya no luchamos, porque no hay lucha posible donde hay aceptación. Es la aceptación de la entrega total, en la que está bien el mimo y el azote, la alabanza y el castigo, la humillación y el elogio, el dolor y el placer, el dar y el recibir... eso no significa que no demos importancia a ciertas cosas, significa que las cosas a las que damos importancia son más auténticas, más puras, más esenciales.
  • Yo no había sentido tal grado de autenticidad hasta que llegué al mundo del BDSM, en el que parecen ir cayendo uno a uno todos los pedestales, todos esos símbolos de la sociedad que hasta ahora conocía, y empieza a emerger una sociedad diferente, donde los valores tradicionales son sustituidos por valores más esenciales, donde la base es el respeto, la confianza, la libertad, la comprensión, la aceptación de la diversidad... sé que muchos no lo vereis así y me direis que en este mundillo siguen habiendo otros intereses que no son éstos, y yo os digo que esto es un proceso, uno que ya se ha iniciado, y que lleva su tiempo, pero que las semillas, si mirais a vuestro alrededor, ya están creciendo.
Podeis llamarme idealista.... o quizá es que yo os veo con otros ojos.


6 comentarios:

  1. Es curioso Ama Alyna, sin conocer en profundidad el Taoísmo, lo que Usted ha expuesto me recuerda al concepto de ying y yang de esta filosofía.

    Quisiera hacer una reflexión que quizás entronque con lo que Usted expone Ama Alyna.

    Creo que es ingenuo pensar que una persona buena, considerada como una persona buena alguien que hace más el bien que el mal a los demás, es una persona que no tiene pulsiones o no tiene en algún momento sentimientos considerados como negativos, como pueden ser la ira, la envidia, el deseo de poder.... En realidad esas pulsiones las tenemos todos, y los sentimientos asociados los experimentamos en algún momento todos, porque son tan humanos como los sentimientos tan positivos como el altruismo, la generosidad, la empatía... Incluso voy más allá, la mayoría de esos sentimientos han sido necesarios para la supervivencia del ser humano. Por ejemplo, si no existiera la ira, ¿cómo nos defenderíamos ante una agresión física?.
    Voy a tomar como ejemplo un sentimiento más relacionado con la D/s, no muy popular: el deseo de poder. Esta pulsión o sentimiento la tenemos todos en mayor medida, sólo que en algunas personas, las sexualmente dominantes, el ejercer poder tiene un componente erótico, y en las sexualmente sumisas, el componente erótico es experimentar el poder de otra persona. Pero es que además el deseo de poder tiene una función en la sociedad humana, la de que haya líderes, y nos guste o no los líderes son necesarios.
    Los políticos siempre ponen como motivación para ejercer de políticos el servicio a la comunidad, y es posible que exista esa motivación, pero yo sostengo que una motivación muy fuerte que se ocultan a sí mismos (para creerse mejor su discurso), es el deseo del poder, no seamos hipócritas.....

    Así que más que tener o no tener esas pulsiones la cuestión para tener una existencia moral es como las gestionamos cuando afloran, como las canalizamos, y sobre todo que fin le damos.
    Si ese deseo de poder se canaliza no ya solo para que dos personas experimente placer sexual, sino para tener una relación plena y armoniosa entre dos personas (como creo que vivís el femdom algunas personas), entonces, ¿porqué no?. Si por otro lado esa instinto de deseo de poder se usa para explotar a otras personas, entonces es evidente que debe reprimirse e incentivar otros sentimientos como la empatía.
    Lo mismo se podría decir de algo tan tabú como el sadismo....

    Y estoy completamente de acuerdo que en el deseo sexual hay mucho de romper tabúes, pero no solo para los que nos gusta el BSM o la D/s, también para los vainilla. Una de las fantasías más extendidas entre la gente (no necesariamente bendesemeros) son tabúes como la infedilidad (no precisamente consentida), el sexo grupal ect... La cuestión es como realizar nuestras fantasías sin dañarnos ni dañar a nadie (y cuando hablo de dañar no hablo de un azote, que es un “daño” que puede traer mucho placer).

    Un cordial saludo Ama Alyna.

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  2. En efecto chatman, tiene mucho de Taoísmo, y de punto de vista oriental, el yin y el yang, las dos caras de la misma moneda, de un mismo elemento, interrelacionados. Y tienes razón, no se trata de ocultar, o de descartar nuestros impulsos, sino de entenderlos e integrarlos, sin perjudicar a nadie. Has captado perfectamente lo que quería decir. Gracias por tu matización que me resulta muy interesante :).

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  3. Vivimos en la era de la relatividad y al descubrir el BDSM relativizamos el resto de normas de relación social.
    Somos mas tolerantes con los demás, admitimos que todas nuestras relaciones, independientemente del contexto en donde se produzcan, son igual de honestas y reales, aunque con normativas distintas.
    Rechazamos la normalidad y relativizamos lo bueno y lo malo.
    Comunicarnos para establecer un consenso en fondo y forma de las relaciones DomFem, es algo que debería ser la costumbre en la que se basaran todo tipo de relaciones: vainilla, personales, laborales, etc.
    El consenso establece la senda por la que queremos caminar juntos, pero los limites son tan difusos como deseemos, tan relativos como cada uno de los intervinientes lo precise y tan justos como la convivencia aconseje.
    Vivir en un mundo interdependiente es: Hablar y escuchar, dar y recibir, elegir y perder, disfrutar y convivir, etc...
    Un sumiso cada vez mas empatico que vive en un universo relativo.

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    1. Gracias por tu aportación limpiabotas-md, me alegra muchísimo comprobar no solo que se entiende lo que quería explicar, sino que lo enriqueceis con vuestras aportaciones, y este tipo de colaboraciones son las que me producen mayor satisfacción. Me gusta cuando dices que "el consenso establece la senda por la que queremos caminar juntos" porque así es, y que los límites o los parámetros bajo los que se establezca serán tan amplios, estrechos, rígidos o laxos como ambos precisen.

      En un mundo paradójico, justo en medio de las arenas movedizas es donde encuentras el punto de apoyo.

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  4. Muy bueno, Señora, me ha encantado. Lo postearé en mi blog, con su permiso.
    Un saludo.

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    1. Para mi es un honor que te guste y mucho más que lo postees en tu blog fleure de alma, que me parece que tiene la calidad de lo que proviene de las entrañas, de lo más adentro, mi enhorabuena por tu blog y felicitaciones por vuestra relación, que tuve la alegría de ver en vivo y en directo :). Gracias por tu comentario

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