lunes, 27 de junio de 2011

Brico-bondage

El bondage se conoce como el arte de las ataduras para inmovilizar a un sumiso, y esa es su aplicación habitual dentro del contexto BDSM, pero no así su única aplicación. Derivando de este arte tenemos dos vertientes: el bondage ornamental, y el brico-bondage. En el primer caso el objetivo no es tanto la inmovilización como la creación de atados decorativos que resulten eróticos, y en el segundo caso, las cuerdas servirán para proveernos de elementos de juego cuando no dispongamos de ellos, o cuando prefiramos otro material en su uso. Se pueden diseñar objetos tales como una mordaza, un antifaz, una atadura a modo de venda para los ojos, un collar con su correspondiente correa, un corsé que puede ser usado a modo de arnés, unas esposas de prisionero e incluso un tanga de cuerda de múltiples aplicaciones (incluida la de cinturón de castidad). Eso nos permite viajar más ligeros de equipaje, yendo con unas "inofensivas" cuerdas a cualquier parte.

Os dejo una muestra de lo útil que puede llegar a ser el brico-bondage, que con una cuerda comprada en los chinos de unos 2€, se puede fabricar un látigo de colas muy práctico, decorativo y estimulante.






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