lunes, 1 de agosto de 2011

Los placeres prohibidos - Luís Cernuda


    Los placeres prohibidos”
    Luis Cernuda, 1931

    Si el hombre pudiera decir lo que ama,
    si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
    como una nube en la luz;
    si como muros que se derrumban,
    para saludar la verdad erguida en medio,
    pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad
    de su amor,
    la verdad de sí mismo,
    que no se llama gloria, fortuna o ambición,
    sino amor o deseo,
    yo sería aquel que imaginaba;
    aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
    proclama ante los hombres la verdad ignorada,
    la verdad de su amor verdadero.
    Libertad no conozco sino la libertad de estar
    preso en alguien
    cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
    alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina,
    por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
    y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
    como leños perdidos que el mar anega o levanta
    libremente, con la libertad del amor,
    la única libertad que me exalta,
    la única libertad porque muero.
    Tú justificas mi existencia:
    Si no te conozco, no he vivido;
    Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.


1 comentario:

  1. Cernuda merece más peso del que tiene. La liberación es la resurrección del espíritu (nota mental, claro).

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