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sábado, 16 de junio de 2012

Ponte de rodillas

Arrodillarse es un acto cotidiano del ser humano, aunque no lo es tanto cuando se refiere a arrodillarse delante de alguien. Hay muchas circunstancias para hacerlo, pero sólo en algunas tiene un significado más allá de lo puramente funcional.

Diferencia entre arrodillarse, genuflexión y prostrarse

arrodillarse
tr. Hacer que uno hinque la rodilla o ambas rodillas.
prnl. Ponerse de rodillas

genuflexión
f. Acción de doblar la rodilla como reverencia

postrarse 
1. tr. Rendir,derribar.
2. prnl. Arrodillarse o humillarse a los pies de otro en señal de respeto o de ruego

Según las definiciones de la RAE, arrodillarse obedece a un mero acto funcional cuando la acción que llevamos a cabo requiere que pongamos las rodillas en el suelo (por ejemplo, para recoger algo que se cayó debajo de la cama, o para atarle los cordones de los zapatos a un niño, aunque en este caso es más habitual ponerse en cuclillas). Esta claro que cuando se pretende añadirle una intencionalidad, en este caso de reverencia, respeto o ruego, hablamos de otras acciones que también conllevan el estar de rodillas, como son la genuflexión o el postrarse.

Pero ¿de dónde viene ese significado?

Según diversas versiones, este gesto simbólico tiene su origen en la religión, como una forma de adoración a Dios, tanto en la cultura islámica como en la cristiana, no existiendo este elemento por ejemplo entre los griegos y otras religiones.

Durante la Edad Media confluyeron dos interpretaciones que se interrelacionaron, ya que al mismo tiempo que se introducía la genuflexión en la liturgia cristiana, como una derivación de la inclinación reverente tradicional, se institucionalizaba la ceremonia de subordinación de vasallaje, mediante la inclusión de las manos del vasallo en las manos del señor, acompañada en según qué casos de genuflexión para dar más acento a esta señal de sumisión de un hombre a otro.

Hasta aquel momento la genuflexión parece que no tenía mucha aceptación, porque recordaba a la humillación que Jesús sufrió en manos de los judios en su martirio hacia la cruz, y al parecer fue poco a poco aceptada por el uso que de la genuflexión hicieron los caballeros, que debido a sus pesadas armaduras tenían dificultades para inclinarse reverencialmente.

Así pues, de este origen podemos deducir que arrodillarse, hacer una genuflexión o postrarse delante de la persona Dominante tiene reminiscencias de estos antecedentes, en concreto: respeto, reverencia, vasallaje, adoración y obediencia. Hay que añadir un pequeño matiz, y es que en ambos casos esta sumisión tiene su correlación en la parte reverenciada, ya que tanto Dios como el señor feudal se suponía que cuidaban de sus vasallos.

Hay una tercera vertiente de significado referente a la postración, y esta nos viene de la naturaleza, en la que algunos animales adoptan esta postura ante el ataque de un contrincante en clara superioridad, como señal de aceptación y rendición ante esta condición.

¿Qué nos aporta este gesto?

Llegados a este punto hay que preguntarse porqué este gesto y no otro es el que se ha adoptado como señal de reverencia, y aparte de lo que ya he comentado, existe alguna teoría muy curiosa en la que se compara el prostrarse arrodillado con la posición fetal, y que de esa manera, el estar en esa posición nos haría sentir seguros, recogidos, y por lo tanto en un estado interior receptivo a la presencia de Dios, y en este caso del Dominante, siendo así un símbolo más de entrega y adoración.

En el caso de la genuflexión, permite mantener un cierto grado de verticalidad, que se asimila a la dignidad personal, considerándose más bien un símbolo de revencia y respeto.

Habría que añadir que en el caso de la D/s, se le puede suponer un tercer matiz que sería el de la humillación, en aquellos casos en los que lo que se pretende es doblegar el orgullo de la persona sometida (en este caso diferenciaría entre sumisión y sometimiento, diferencia que comentaré en otra entrada). Parte de esa humillación estriba precisamente en tener que someterse a otra figura superior, doblegándose a su voluntad.

En el caso de la posición de rodillas, también se le asocia un significado de penitencia, de petición de misericordia, de remordimiento además del recogimiento, y en este caso se diferencia por la posición hundida de los hombros, respecto a la posición más erecta que se tiene al orar o al besar la mano de la persona Dominante.

Como se hace

Podría parecer que arrodillarse es algo innato que todo el mundo sabe hacer, pero lo cierto es que he visto peligrar más de una rodilla porque la persona se dejaba caer al suelo sin más. Y es que no es tarea baladí hincar las rodillas y mucho menos intentar permanecer en esa posición durante un periodo de tiempo relativamente largo.


Para quien lo haya probado, ya sabréis que las rodillas duelen a los pocos minutos permaneciendo en esa posición, y ya no digamos el andar de rodillas. 
Para mi, en estos casos, prima la seguridad más que la incomodidad (sí, ya sé que queda muy bonito eso de entregar el sufrimiento a la parte Dominante como muestra de devoción, pero es que eso para mi es tan, como lo diría... tan parecido a ciertas doctrinas religiosas, que me rechina un poco). Por eso recomiendo el uso de cojines, rodilleras, etc, que puedan proteger esta delicadísima parte de la anatomía de un sumiso. 

¿Porqué? Para empezar, si alguien se ha hecho esta pregunta puede ser por dos razones: la primera, porque realmente le importe saber como pueden resultar dañadas las rodillas si se efectúa un gesto tan innato en el ser humano, y la segunda, que alguien se pregunte porqué le tiene que importar si alguien se destroza las rodillas, pensando en que ese es su problema.

Para los del primer grupo, he encontrado un interesante artículo escrito por un practicante de artes marciales, concretamente de Aikido, que habla de la posición reverencial de sentarse denominada Seiza,de donde os resumo el contenido y os dejo el enlace para quien quiera los detalles.

En esta posición, la rodilla está más abierta y por la posición de los pies, los ligamentos laterales están más relajados, dejando a la rodilla en una cierta inestabilidad peligrosa.

Aparte del dolor a nivel ligamentoso, también hay que tener en cuenta que debajo de la rótula hay una zona de grasa que hace de almohadilla a la hora de apoyar la rodilla en el suelo, y que se dice que los orientales están más preparados que nosotros, ya no solo porque se entrenan desde pequeños para adoptar esta posición, muy habitual entre ellos, sino porque existe una adaptación fisiológica, creando más depósito de grasa justo en esa localización. 

Si además tenemos en cuenta el sobreesfuerzo que realizan los músculos implicados, que a su vez tiran de los ligamentos, y que necesitan de un entrenamiento constante para elongarse y alcanzar la elasticidad adecuada para mantener esta posición con comodidad, pues podremos entender porque se quejan tanto nuestros sumisos al cabo de unos minutos.

Posición de Seiza, un ejemplo de como estar de rodillas sin morir en el intento

Seiza se traduce por "correcta manera de sentarse", y por ello es la forma tradicional de sentarse en Japón. 

Además del respeto a la etiqueta y las formalidades que ello supone, también tiene beneficios a nivel físico, ya que ayuda a desarrollar la fuerza y el dominio de las caderas, una postura correcta y recta, refuerza y fortalece los músculos de la espalda y piernas, la elasticidad de las articulaciones de rodilla, tobillo y dedos de los pies, desarrolla nuestra habilidad al desplazarnos y  ayuda a centrar y armonizar la energía.

A nivel emocional, es una forma de sobreponerse a los miedos generalizados de la vida y es una forma de meditación, en la que nos concentramos en la posición para abrir la mente a lo que nos rodea. En otras palabras, seiza es un método para crear una brecha en la ilusión de cada día de nuestras vidas. Cuando nos sentamos, el infinito ciclo de pensamientos se rompe y estamos más abiertos a la llegada de nuevas ideas.

Para sentarse correctamente de rodillas en la posición Seiza, se siguen unos pasos, y para ello más vale una imagen que mil palabras:








Lo ideal sería tratar de sentarse en Seiza por alrededor de 30 minutos al comenzar la mañana y a la noche. Se comienza la práctica en periodos cortos de tiempo hasta que las piernas se vuelvan más flexibles y la circulación mejore. Si las piernas comienzan a adormecerse, levantar las caderas para permitir la circulación. Como alternativa se puede doblar una sábana o algo similar y colocarla entre las piernas para separar la cadera de los talones, o usar un cojín hasta que los músculos y tendones se acostumbren a la posición. Es de esperar una pequeña cuota de dolor pero no hay que convertir esto en un test de resistencia. 

Cuando se termine o cuando las piernas requieran alivio, inclinarse hacia adelante y apoyar la frente en el suelo mientras se mantienen las caderas en los tobillos. Colocar las manos con las palmas hacia arriba en el suelo al costado de sus cabeza, y levantarse un par de pulgadas. Esto simboliza una apertura (y aceptación) a lo que el mundo pueda ofrecernos. Respirar en esta posición por un corto tiempo antes de sentarse nuevamente luego de períodos de práctica prolongados.

Para mi es una forma beneficiosa de adaptar el conocimiento de otras culturas a nuestras prácticas y deseos, teniendo además la tranquilidad de que estamos previniendo lesiones y favoreciendo la buena salud de la persona que tenemos en nuestras manos.


Más información



Relajación en posición fetal

Seiza: 

sábado, 9 de junio de 2012

Bondage con cinta (tape)

¿En qué consiste?

El bondage con cinta (americana, de látex, etc) es una técnica muy diferente al bondage con cuerdas, no sólo por el material utilizado, sino porque la propia técnica del bondage es distinta.

La sensación también es diferente, tanto si se usa la cinta con adhesivo como si se usa la cinta de látex que se puede comprar en las tiendas eróticas (que tiene la mala costumbre de enrollarse sobre si misma con el movimiento, sólo queda como en la foto si la persona se está quieta). 

De hecho lo más recomendable es usar un material sin adhesivo, incluso es posible usar vendas elásticas de 5 o 10 cm de ancho, o tiras de tela, o cinta de mercería. O también se pueden usar al revés, es decir, por la parte que pega hacia fuera, de modo que el efecto adhesivo persiste pero no sobre la piel, aunque esta manera de usarla requiere apretarla más, ya que se resbala.

Yo recomiendo empezar con cinta de carrocero, que es la que usan los pintores para proteger de la pintura, que tiene un adhesivo menos agresivo pero suficiente para dar la sensación de agarre que no tienen otros materiales, y porque al tirar de ella no se lleva todos los pelos por delante. 

El atado con cinta americana es también menos elaborado en general, y permite recrear fantasías de secuestro o de aprisionamiento con relativa facilidad y rapidez, usando otros elementos como sillas, barras, barrotes de la cama, una barandilla de escalera, etc.

¿Como se hace?


En este caso se podría decir que consiste más en enrollar que en atar, y aunque se puede cambiar de dirección al hacerlo, es una única dirección (a no ser que combinemos dos rollos de cinta americana a la vez). También se puede optar por enrollar localizadamente, por ejemplo las muñecas, y cortar la cinta. En conjunto es un bondage más sencillo porque no requiere hacer nudos y su resultado es también vistoso.

Existen diferentes formas de atadura con la cinta, pudiendo incluir el efecto mordaza.

a) Inmovilización: basta con enrollar las muñecas entre si, los tobillos, y hacer un bondage de piernas y brazos.



b) Momificación: Es mucho más entretenido que con el plástico, pero también se puede conseguir una momificación con cinta.



c) Mordaza: Con las precauciones necesarias de comprobar que la persona puede respirar sin dificultad por la nariz, y las que comenté en el uso de las mordazas.


d) Incorporando otros elementos: silla, barras, barrotes de la cama...


e) Limbtaping: esta técnica consiste en sujetar brazos y piernas doblados sobre si mismos.








f) Atrapado en la pared: ésta tengo ganas de probarla... aunque creo que necesitaré ayuda.


g) Bondage continuo y bondage discontinuo (cortando la cinta)


Precauciones


Por supuesto hay que tener a mano unas tijeras de punta roma para cortar en caso de necesidad, y no aplicar la cinta con demasiada fuerza, ya que excepto las cintas de látex, las demás no suelen ser flexibles y pueden pellizcar la piel. Para que esto no ocurra, es mejor primero estirar la cinta y después colocarla sobre el cuerpo, sin tensionar.

Hay que tener en cuenta que el uso de cinta americana o cualquier otra que contenga adhesivo puede producir alergias cutáneas importantes, según la extensión del bondage. Es bueno tener a mano crema para escoceduras de las que se usan para la piel delicada de los bebés (para evitar las escoceduras se puede enfundar a la persona en una malla parecida a la jamonera, que evita el contacto directo de la cinta sobre la piel, pero la sensación también cambia).

El látex también puede producir alergia: se dan casos de personas que con el uso continuado desarrollan una alergia por este material.

Hay que tener en cuenta también que, aunque no apriete como las cuerdas, también puede cortarse la circulación en zonas como las manos y pies, y hay que controlarlo, sobre todo porque la cinta de látex se enrolla sobre si misma y puede ser tan compresiva como una cuerda fina.

Si se usa una cinta con un adhesivo fuerte será necesario usar agua caliente y jabón para ir despegando despacio, evitando así llevarse trocitos de piel (abrasión)

El uso en la cara puede ser más delicado, tanto por el material como por el uso como mordaza. No dejar a nadie sin supervisión.

Más información:
Técnicas de bondage con cinta (en inglés)


lunes, 30 de abril de 2012

El uso de mordazas

Hoy voy a ponerme algo más seria, y aclaro de entrada que no pretendo decirle a nadie lo que debe o no debe hacer, sino que expongo mi opinión sobre el uso de las mordazas, que, aunque parecen inofensivas, pueden dar más problemas de los que parece a primera vista, así que, como en todas las técnicas y juegos del BDSM, es necesaria la precaución.

Tipos de mordaza

Se puede considerar mordaza:

- un simple pañuelo en la boca, ya sea tapándola por fuera o introduciéndolo dentro, con o sin nudos,
- las mordazas de cuero,
- las mordazas que se hacen con una tira de cinta americana, o cualquier otra cinta adhesiva,
- los bocados de cuerda o madera, incluso algunas de metal (como los bocados de los caballos),
- las que mantiene la boca abierta, también llamadas arañas o anillos,
- los arneses con embudo, o con pequeños dildos incorporados, o con tubo,
- las mordazas que se hacen con bolas de diversos materiales, algunas hinchables,
- la mordaza en forma de hocico, y algunos tipos de máscaras que tapan completamente la boca,
- los protectores bucales, como los usados en algunos deportes, que impiden el libre movimiento de la mandíbula,
- tapar la boca con la mano,
- y los arneses de boca.



Usos de la mordaza

El más habitual es impedir que alguien hable o grite, aunque la realidad es que solo se consigue amortiguar el sonido. Hay variantes en las que lo que se quiere es que la persona no pueda articular bien, y por lo tanto no se le entienda. En otros casos implica una inmovilización de la boca, ya sea abierta o cerrada, incluso impedir la entrada de aire, cuando se trata de juegos de asfixia. Y todo ello se logra tapando la boca o impidiendo el normal movimiento de las mandíbulas, la lengua o los labios.

Dentro del BDSM es un elemento que da mucho juego, tanto para el caso de privación sensorial, como cuando se representa un secuestro, una violación, o según con qué mordazas, como humillación para la persona sumisa.

Digamos que los usos más habituales serían estos:

1. Provocar la salivación (especialmente la mordaza de anillo o la araña, y también la de bola).
2. Silenciar o amortiguar los gemidos/quejidos (los pañuelos, tiras adhesivas y cualquiera que tape completamente la boca cerrada), e impedir hablar.
3. Mantener la boca abierta (las que introducen objetos dentro de la boca, las mordazas de anillo y araña, las bolas, las mordazas con embudo).
4. Humillación (por no poder hablar, por no poder controlar la salivación, por formar parte de un elemento para dar placer a la parte dominante).
5. Parafilia (por el material, por la inmovilización, o por los sonidos atenuados)
6. Dificultar la respiración.
7. En el caso del bocado puede formar parte de una caracterización de pony play.

¿Porqué pueden dar problemas?

1. Asfixia
     Cuando se usan elementos que se introducen por completo dentro de la boca, como son los pañuelos, lencería, etc, que pueden llegar a bloquear la garganta al introducirse más de la cuenta, se puede provocar la asfixia. También puede llegar a producirse un bloqueo de la garganta al echar excesivamente para atrás la lengua. En todo caso hay que comprobar en todo momento que las vías nasales están despejadas (en otra entrada hablaré de la asfixia erótica).

    En el caso de usar arneses de embudo, hay que tener extremo cuidado con la velocidad de deglución, ya que no todos tragamos igual cantidad, ni con la misma rapidez. Una velocidad excesiva puede conducir también a la asfixia.

2. Reflejo del vómito
     Para algunas personas, el que haya algún objeto que alcance la garganta (como en el caso del arnés bucal, o el de algo metido en la boca llenándola por completo) puede provocar el reflejo del vómito. Si la boca se encuentra bloqueada cuando éste se produce, puede conducir a la asfixia.

3. Alergia al adhesivo, o arrancado de pelo y piel
      En el caso de usar cinta americana o cualquier cinta que contenga un adhesivo, se pueden dar casos de sensibilidad a esa sustancia, y si se deja mucho tiempo puesta, al arrancarla puede llevarse consigo vello facial e incluso trozos de piel, causando irritación en toda la zona.

4. Alergia al material de la mordaza
      La mayoría se fabrican de goma o silicona, y hay quien se atreve con otros materiales como metal, madera, papel, tela.. en todo caso hay que comprobar también que no se es alérgico a ninguno de esos materiales y que no resulta desagradable hasta el punto de provocar arcadas de asco, que podrían conducir al vómito.

5. Luxación mandibular

      La articulación témporomandibular es la zona donde la mandíbula (hueso móvil de la cara) se une a la base del cráneo, permitiendo las funciones masticatorias y fonéticas (hablar).
Está compuesta por:
(1) el Cóndilo Mandibular,
(2) la Cavidad del Hueso Temporal y
(3) el Disco o Menisco Articular.

Está envuelta por una Cáspula Articular que junto a los músculos y ligamentos que la rodean, le permite mantenerse en su lugar durante los movimientos amplios.  Se encuentra justo delante de los oídos, y se puede sentir su movimiento al poner los dedos en esa zona al abrir y cerrar la boca. En condiciones normales no deben doler al tocarlas.

Cuando se usan mordazas que fuerzan la apertura de la mandíbula durante un tiempo prolongado, se favorece la aparición de dolor muscular por fatiga. Si los músculos afectados son los temporales, puede además provocarse una cefalea. Este dolor muscular, que puede durar unos minutos o unas horas, puede agravarse en el caso de que durante esa sobreexigencia de los músculos se produzca una luxación de la mandíbula

No es infrecuente que se produzca ya que la posición del disco está forzada, y cualquier movimiento brusco sobre la articulación (un tirón, un golpe, o un poco de presión sobre la articulación) puede desplazar el hueso de la mandíbula fuera de su hueco, provocando un intenso dolor y la imposibilidad de cerrar la boca. 

Una vez colocado de nuevo en su sitio puede desaparecer el dolor, pero si el uso de la mordaza es continuado o dura mucho tiempo, puede producirse la hiperlaxitud de los músculos de la mandíbula, que la mantienen en su sitio, quedando algunas molestias de aquí en adelante como: crujido de la mandíbula, luxación al bostezar, problemas de masticación, dolor de oídos, incluso bloqueo de la mandíbula con según qué movimientos.


6. No saber si la otra persona está teniendo algún problema

     A no ser que se tenga pactada una señal gestual, podemos confundir un quejido con un gemido si una persona tiene la boca tapada, además de que no podrá decirnos si algo va mal. Por supuesto que el conocimiento de la otra persona es vital para detectar cualquier signo que evidencie que se encuentra mal, o que  no están yendo las cosas como esperamos. 

Precauciones


* Usar las mordazas de forma moderada, por corto tiempo, controlando en todo momento la aparición de dolor muscular, que es el primer signo de fatiga. 
* Evitar movimientos bruscos de la mandíbula estando amordazado, y en el caso de usar objetos introducidos dentro de la boca, elegir elementos que sean elásticos, adaptando el tamaño al interior de la boca, suficiente para mantenerla abierta pero no forzadamente expandida.
* Usar elementos con los que se pueda respirar por la boca, y asegurarse de que las vias nasales están despejadas.
* Preguntar a menudo si va todo bien, y aprovechar para quitar o aflojar la mordaza, de manera que la respuesta pueda ser clara, no solo un sí o un no (a veces la experiencia va bien pero se sienten molestias en la mandíbula, la cabeza, etc, y es necesario saberlo para valorarlo).
* Si el objetivo es la salivación, tener en cuenta que una salivación excesiva hay que compensarla bebiendo agua (no hay que menospreciar sobretodo en épocas calurosas, la sudoración y la salivación excesivas, ya que puede producir un síncope por deshidratación).