¿Hay alguien más indefenso que el que no está consciente? Él duerme, ajeno a mi presencia en la habitación, a la avidez de mi mirada recorriéndole mientras la sábana cubre levemente su cuerpo, dejando entrever y ocultando, exaltando mi imaginación... y mi deseo... Me acerco sin atreverme a tocar la cama por no despertarle, y me inclino para olerle, rozando levemente su pelo, apartando ese mechón que se resbaló sobre sus ojos. Su respiración es pausada, tranquila, y hago mío su ritmo cuando deslizo lentamente mi mano siguiendo sus curvas, a escasos centímetros de su piel, anticipando la calidez de su contacto... y me detengo justo encima del pezón, que se acompasa con la respiración, y coloco mi dedo de tal manera que al inspirar se rozan... ese contacto es electrizante, y despierta mi apetito... con delicadeza dibujo un surco alrededor del pezón con mi lengua, y noto como cambia levemente el ritmo... ¿estaré interfiriendo en sus sueños, provocando que se sienta protagonista de un momento íntimo? sin saber que para mi es precisamente lo que está sucediendo. Con dos dedos cojo el borde de la sábana, y con lentitud la retiro, dejando por entero su cuerpo al descubierto. Y ahora es el momento... el de arriesgarse. Intentando que no se despierte me acuesto a su lado, y soplo suavemente en un costado, viendo como se eriza su piel en respuesta al escalofrío que le recorre... cualquier cosa que haga ahora podría romper el hechizo del bello durmiente, pero eso forma parte de la situación, el riesgo de que termine en cualquier momento. Me acerco a su pene que parece tener vida propia, y dejo caer un hilillo de saliva que me deleito en observar mientras se resbala....
La hipnofilia es la excitación producida por la observación de alguien dormido, y está muy ligada al voyeurismo, el mirar sin ser visto. Ser testigo de la intimidad de otra persona puede ser muy estimulante, como cuando de niños sorprendemos a los mayores en actos "prohibidos", sabiendo que si nos descubren seguramente recibiremos un castigo... y ese riesgo lo convierte en algo apasionante.
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"Intentando que no se despierte me acuesto a su lado.."
ResponderEliminarConmigo no tendría problemas;si estoy dormido,ud a lo suyo Señora Alyna..;y si me despierto,ya me haría yo el dormido,ya,para no espantar tan grata compañia...
Lo malo de estos relatos es que uno sueña con ellos..y de repente,se despierta y ahí no va a estar ud...agggggggggggggggggggggg!!!!!!!!!!!
Jejeje espartaco, pero lo soñado queda como vivido.. ¿prefieres que no los escriba? ;)
ResponderEliminarQué va,si me encanta lo que escribe y cómo la hace.
ResponderEliminarLa prueba está en que aquí estoy,esclavo de sus palabras...
bss
Muchas gracias espartaco, se agradece la compañía :).
ResponderEliminarQue hermoso texto Señora, sus palabras son tan mágicas como las situaciones que imagina. ¿puedo contar una cosa? La primera vez en mi vida que toqué un pecho femenino (con intención sexual) fue a una chica que dormía. Yo debía tener entonces alrededor de diez años, y la dueña de aquel pecho estaría cerca de los veinte. En su momento no fue especialmente excitante, la verdad, pero cada vez que lo recuerdo tengo mayor certeza de que ella estaba totalmente consciente cuando lo hice.
ResponderEliminarUn beso para Ama Alyna, y un cordial saludo también para todos sus amigosy admiradores, entre los que humildemente me incluyo.
mario